El obispo de Astorga asegura a ex seminaristas que aplicará la ley canónica contra los sacerdotes pederastas
Juan Antonio Menéndez se ha reunido con cinco ex alumnos del Seminario de San José de la Bañeza
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez recibió ayer por la tarde a cinco ex alumnos del Seminario de San José de la Bañeza y Astorga quienes le manifestaron su solidaridad con las víctimas de abusos sexuales en su infancia y le pidieron que investigara los hechos denunciados.
En un comunicado hecho público por la diócesis de Astorga, el prelado asturicense les comunicó que “había iniciado, de acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, una amplia y exhaustiva investigación con el objeto de verificar la verosimilitud de los citados hechos en el Seminario de la Bañeza y en el Colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria”.
Asimismo, les ha manifestado su firme intención de aplicar la ley canónica en lo que dependa de su autoridad; no tolerar, ni en el presente ni el futuro, ningún caso de delitos de este tipo y tomar las medidas oportunas para prevenirlos.
Por su parte, los ex seminaristas no han querido hacer ningún tipo de declaración ya que se trataba de "una cita para tratar un tema muy serio", por lo que se han limitado a ratificar el manifiesto leído en la manifestación del pasado sábado, 18 de febrero, en el que se pedía "justicia real para las víctimas", recoge la agencia Europa Press.
En dicho manifiesto en defensa de las víctimas recordaron "el sufrimiento al que fueron sometidos los compañeros, tanto los que lo han contado como los que aún no lo han hecho", y denunciaron que hubo "educadores, tutores y sacerdotes que cuando las víctimas recurrieron a ellos, miraron hacia otro lado".
Ante el anuncio realizado por el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, de realizar una investigación exhaustiva ante los posibles casos de pederastia, los compañeros de las víctimas se preguntaron por qué fue necesario que el Papa tomara cartas en el asunto del caso de Ramos Gordón para que se investigara y por qué se le aplicó "una sanción ridícula de un año tras la que podrá volver a dar catequesis y organizar grupos cristianos".
Por ello, solicitaron que dichos delitos "no prescriban como tal, que sus autores sean denunciados por las víctimas y perseguidos y juzgados por la justicia, así como que la sociedad y la opinión pública no miren hacia otro lado".
